sábado, 6 de agosto de 2011

Placer.

Más bien lo escribiría PLACER, así, con mayúsculas.

En este caso el de la lectura, leer novelas de aventuras, de intriga, de mundos fantásticos (no imposibles, espero) donde lo inimaginable es lo más real, que te enganchan con más intensidad que cualquier otro vicio y te hacen devorar insaciable una página tras otra, ávido de que no termine nunca este montón de palabras que te trasportan y te hacen recordar que lo bueno se esconde en cosas como el sencillo placer de leer.
Tardes de verano sin siesta, noches de invierno arropado entre las letras, y las mantas.

Hacía mucho tiempo que no leía con PLACER, una pena, recuperarlo me ha hecho darme cuenta de que es algo que no pienso volver a dejar, mis autores fetiche (Almudena Grandes, por ejemplo) u otros que he ido descubriendo (Paul Auster, la saga de Millenium o la de True Blood, entre otros, con la historia de los Cátaros y Montsegur en la lista de espera).

¿Sugerencias para una hambrienta?

4 comentarios:

Jorge B. dijo...

el nombre del viento

Jorge B. dijo...

no confundir con la sombra del viento


el nombre del viento
de
Patrick Rothfuss

Laura dijo...

Saramago, siempre Saramago...ó como nó La saga fuga de J.B. de Torrente Ballester.
Una de las cosas mejores del verano (además de la cerveza) son las tardes pausadas de lectura.

Mariaeles dijo...

¡Muchas gracias, me lo apunto a la lista!