martes, 27 de enero de 2009

Invierno en los Montes Orientales.

La belleza blanca y muda vino a sorprender un lunes que, como tantos otros, no prometía nada especial en Montillana...





... y Benalúa de las Villas:





Donde ante la que estaba cayendo y en contra de lo que el buen juicio aconsejaría algunos fueron a buscar refugio en la puerta de los culpables de (casi) todos los males... ¡los bancos!

martes, 20 de enero de 2009

El corazón helado.

La ley de la memoria histórica. El intento de juicio de Garzón. Artículos en "El País Semanal". Almudena Grandes. Varias películas españolas como las "Doce Rosas" o "Los girasoles ciegos".
Algo se mueve al fin en la sociedad española.
En una guerra nadie gana, pero unos pierden más que otros.Perder una guerra es duro. Media España perdió una hace ya setenta años. Y aún seguimos mirando hacia otro lado. Durante todos estos años se ha respetado y reconocido a las victimas que ganaron esa guerra, se les ha ayudado y reparado económica y moralmente.
Cuando la generación que perdió esa misma guerra tiene los años contados parece llegado el momento de hacer lo mismo con ellos, ahora que la democracia nos permite hacer memoria, analisis, convivir pacificamente y expresar nuestras ideas libremente.
¿Podemos?
Como país nos sentimos con autoridad moral para juzgar a Pinochet, indagar en los casos de las desapariciones en Argentina,nos escandalizamos con Gaza,entristecemos ante el holocausto,nos horrorizamos con la barbarie en los balcanes en los años noventa, pero nos negamos a asumir esa página oscura de nuestra historia que dejó al escribirse cientos de miles de cuerpos anónimos enterrados por toda nuestra geografia.
Los nombres de los que vencieron y cayeron están grabados en marmol para que nadie los olvide, y nadie se opone a ello.
Ha llegado el momento de empatizar con ese dolor por antiguo que sea de los que llevan años esperando recuperar al menos el final de esa historia familiar que acabó en una fosa común, saber dónde terminó.

No podemos permitirnos como país olvidar, el olvido no favorece la convivencia, al contrario, permite repetir errores pasados, alimenta el desapego de los olvidados, los rechazados incluso por la democracia.
La historia nos juzgará, pero si somos capaces de dejarla escrita entera, "...avanzar en la hitoria es pasar página, nunca arrancarla" (El país semanal, 18 enero de 2009).

Y cuando veo marchitarse a aquellos que pueden contarla sin que nada se haga por remediarlo, al llegar hasta mí pequeños fragmentos de todo lo que entonces ocurrió y comprobar la indiferencia e incluso la indignación de muchos cuando estas historias se cuentan me encuentro como el título del libro de Almudena Grandes, con "EL corazón helado", igual que se me quedó cuando leí hasta la última página.

miércoles, 7 de enero de 2009

Los reyes magos.

Si algo me gusta de la navidad es la noche de reyes.
Largas esperas en la oscuridad con un nudo en la barriga,
los ojos muy abiertos y agudizando el oído tratando de adivinar cuándo llegarían nuestros regalos y si vendría lo que habíamos pedido, haciendo balance de lo buenos que habíamos sido durante el año y siendo condescendientes con los momentos en los que no lo habíamos sido tanto, para de pronto, sin darnos cuenta, despertar la mañana del 6 de enero, saltar sobre las camas de padres y hermanos y lanzarnos por el pasillo a descubrir la sopresa.
Conmigo los reyes magos siempre han colmado sobradamente las expectativas.
Este año no ha sido para menos, y tras una navidad un poco más larga,extraña y dificil de lo habitual, encontré todo esto en mis zapatos:

- Cuchillos para la cocina: grandes para cocinar y chuleteros para usar en la mesa.
- Un pijama.
- Unas zapatillas de estar en casa.
- Dos pares de calcetines de colores.
- "El fin de la pobreza: como conseguirlo en nuestro tiempo", un libro de Jeffrey Sachs.
- "Arrugas", un comic de Paco Roca.
- Una mini vaporeta.
- Un juego de copas de cava.
- Un joyero.
- Un conjunto de reloj, pendientes y collar.
- Un portátil

Gracias a sus majestades, ¡sin duda se las merecen!

Sin embargo no todos tenemos la misma suerte, y es necesario que los que somos afortunados nos acodermos de los niños que, aún siendo más que buenos, no encuentran nada en sus zapatos.
Os dejo el enlace a la web de la campaña "Un juguete una iusión" que pretende hacer llegar juguetes allí donde los reyes magos lo tienen más dificil.
Tal vez este año sea un poco tarde, pero el próximo estaremos a tiempo de ayudar, aunque sea un poco: poco siempre es mejor que nada.