miércoles, 24 de marzo de 2010

¡FELICIDADES!



¡Qué suerte la mía estar a tu lado para ver como cada año los cumples aún mejor!

viernes, 5 de marzo de 2010

Gallinas felices.

Hace unas semanas recibí un correo tipo presentación powert point reenviada, de esos a los que francamente no suelo prestar atención, sin embargo el tema me animó a abrirlo: ¿de dónde vienen los huevos que comemos?
Ante mis ojos se desplegó lo más parecido al infierno en la tierra para las gallinas, hacinadas en naves sin luz natural con unas jaulas de pocos centímetros de espacio para que no puedan moverse, con las patas ensangrentadas por no tener un apoyo que no sea la rejilla de la jaula y con los picos cortados para que ante la locura de vivir así no puedan agredirse entre ellas.
Y todo para que yo me coma un huevo frito... o una tortilla de patatas...
Así me enteré de que hay diversas codificaciones impresas en los huevos que indican cómo viven las gallinas que han puesto ese huevo, en concreto el primer número:

0: huevos de producción ecológica
1: huevos camperos (las gallinas viven en libertad y con una alimentación natural)
2: huevos tierra
3: huevos jaula
(Fuente)
 
Al fijarme constaté mis peores sospechas: casi todos los huevos llevan el número 3.
Desde entonces soy incapaz de comprar huevos que no empiecen por cero o uno, y buscando encontré en el supermercado estos:

Pazo de Vilane : "No fabricamos huevos, cuidamos gallinas"

y por una diferencia de precio irrisoria si tenemos en cuenta que estamos dando calidad de vida a estas pobres gallinas.
Es cierto que la producción de alimentos (la producción en general, de todo...) está llena de crueldades hacia los animales, las personas y el medio natural, y que no podemos luchar contra todas, pero no debemos olvidar el poder de elección del consumidor para hacer cambiar estas formas de producción, al menos en aquellas decisiones que sean tan fáciles y cómodas como coger un cartón de huevos u otro.
Continúo defendiendo mi tesis de que mejor algo que nada,y que con pequeños gestos diarios podemos mejorar mucho de lo que nos rodea.

PD: hoy he comido tortilla de patatas con huevos de Vilane... ¡riquísima!(Y sin dolor de conciencia)