Y la verdad es que llevaba un tiempo dándole vueltas, cuando encontré en el Ideal (increible pero cierto) la reproducción de un artículo publicado en un blog del que os dejo el vínculo.
http://pateando-el-mundo.blogspot.com/2008/10/crisis-vs-pobreza.html
Leerlo hizo volver a mi boca el sabor amargo de los primeros años de carrera que fue cuando la sospecha se convirtió en certeza: el egoismo humano no conoce límites, y yo no soy una excepción. Poco a poco aprendes a vivir con esa sensación de que algo pegajoso sigue enganchado a tu zapato, hasta que consigues licenciarte, y entonces descubres que tu conciencia se ha quedado ronca de tanto intentar hacerse oir.
Aún así sigo creyendo en lo imposible, en una utopía que no lo es, e intentado día a día mejorar un poco más todo lo que queda a mi alcance. Si no seguimos intentándolo nunca lo lograremos.