lunes, 7 de diciembre de 2009

Lacerante.

Las estrellas brillan profundamente
en la densa oscuridad de la noche.
El cuello me duele,
no queda tiempo para deseos.

2 comentarios:

Jorge B. dijo...

siempre hay tiempo, eso está claro. El cuello te duele de remordimiento de no llevarme a la pinocho (y por no estar apenas en tu casa)

Anónimo dijo...

El deseo se suele confundir ocn el cuello, por eso te duele... Siempre hay tiempo

Soco.