La única ciudad española donde se ha
desalojado la concentracion asamblearia de ciudadanos ha sido en Granada.
Eso a pesar de (o precisamente por) ser la ciudad que proporcinalmente
reunió a más gente en la calle de toda España.
Sin embargo si lo que quieres son
entradas para la selección está muy bien que acampes en la calle (
"con barbacoa con chuletas y esperando luego unos roncitos y wiskitos" a pesar de la ordenanza de "convicencia" del ayuntamiento que impide cualquier cosa que no sea pasear por el espacio público) ahí no hay problema, pero por favor, si es para debatir y reivindicar pacíficamente una sociedad mejor y más justa mejor quédese en casa haciendo encaje de bolillos que está otra vez muy de moda o viendo tv que atrofie sus neuronas que bastante nos cuesta hacer programas cada vez más idiotizantes.
Una muestra más de la hipocresía del poder. Ahí no hizo falta que abogados como los que apoyan las concentraciones repartieran documentos para
blindar legalmente las reuniones en la calle.
La ciudadanía, la sociedad civil, huele a esperanza e ilusión, es emocionante.
Los políticos, los lobby de poder, huelen a miedo, o al menos a cierto desconcierto y nerviosismo. Es aún más emocionante.
Hace unos meses la sociedad española, estabamos dormidos.
Ahora que ha despertado y la caja de pandora se ha abierto preferirían que hubiera seguido dormida.
No son solo jóvenes, no somos antisistema, hay gente de todas edades, condición económica, religiosa o política. Somos sencillamente los españoles hartos de lo mismo de siempre.No son cuatro locos, son gente formada y consciente de lo que pide y lo que hace.
Hay mucho camino por delante, pero se está dando ejemplo solo con haber empezado a recorrerlo de esta manera ejemplar.