Aprovechando que ha salido el sol hemos bajado a la playa a comer en el restaurante asiatico de Almuñecar que nos gustaba y al que solíamos ir cuando vivíamos allí.
Normalmente a ninguno de los dos nos gusta la playa, y hemos de reconocer que las de Granada menos aún, pero Almuñecar en invierno es una excepción.
Volver al lugar donde se ha sido feliz siempre resulta especial, y nosotros allí lo fuimos mucho.
2 comentarios:
noooo, hombre nooo, nunca se ha de volver a donde se ha sido feliz
Bonita forma de empezar el año.Un beso muy fuerte a mis sexitanos favoritos
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